FELICITACIÓN DE NAVIDAD POR LUCÍA GÓMEZ

 

Navidades Inesperadas

Lucía Gómez Fuentes

IES EL ÁLAMO 

 

Introducción:

Se acercan las Navidades y todos estamos contentísimos de volver a ver a nuestra familia, de volver a reír juntos, de volver a brindar y de volver a sentirnos con ganas de más.

En esta historia veremos cómo la gente de una aldea reacciona ante la nueva actitud de nuestro queridísimo protagonista. Es una historia de Navidad basada en la película “El Grinch”, en la que veremos al malvado Grinch como el bueno de la historia.

 

¡Ya llegan las fiestas!

¡Ya viene!, ¡ya viene! La Navidad comenzaba el próximo viernes y todos deseábamos que acabase la semana para ver a nuestros seres queridos. En nuestra aldea, somos muy fanáticos de la Navidad y nos encanta decorar todo para que la gente de fuera vea lo mágico y especial que son estas fechas. Me encantaría que todos pensaran lo mismo que yo, pero donde yo vivo, hay un hombre que siempre estropea y fastidia todo lo que hacemos, pero a la vez estoy yo, una niña feliz que solo intenta ayudar. Aún no he presentado a nadie y tampoco me he presentado yo, así que empiezo por deciros quién soy.

Me llamo Candice Lou Quien, pero casi todo el mundo me llama Candy ¡y me gusta! Porque es un apodo cariñoso y dulce (nunca mejor dicho), mis padres son Charles Lou Quien y Carly Lou Quien y son las personas que más adoro en el mundo. Me falta muchísima gente por presentar, pero lo cierto es que si os presento a todos uno por uno, me cansaré y me haré mayor y no me gustaría porque de ser así, ¡no sería lo mismo sin mí en Navidad!, pero sí que tengo que hablaros sobre alguien muy diferente al resto, alguien que no quisieras conocer porque sería demasiado triste. Ese alguien se llama Green y os estaréis preguntando, ¿se llama en serio “verde”?, lo cierto es que sí, pero lo importante y “gracioso” de él es que es un ser sin espíritu Navideño y sin ganas de celebraciones, porque cuando se van acercando estas fechas, nosotros cantamos y disfrutamos, pero él se aísla del mundo y se centra en pensar en algo malvado, y no me gustaría saber qué es lo que estará pensando en hacer este año…

 

Una semana después…

¡Ya llegó!, ¡ya llegó!, Ya era Navidad y no podíamos parar de cantar y de celebrar este día. Después de comer, decidimos irnos todos al centro de la aldea para bailar rodeando el árbol de Navidad y sobre todo para avisar a todos de que haríamos una especie de yincana Navideña a las seis de la tarde.

Después de dos horas de diversión y alegría, alguien muy temido se acercó a la aldea y lo cierto es que era… ¡Green!, ¡sí!, ¡él!

Todos nos sorprendimos y nos quedamos de piedra, no sabíamos si echarle a patadas o darle su regalo de Navidad, pero… ¿Qué regalo le daríamos si odia las celebraciones y los regalos?, el caso es que hizo algo realmente sorprendente y hasta “tenebroso” para nosotros. Se acercó al árbol y de repente dijo:

  • ¿Qué os ocurre?, tenéis la cara muy pálida y eso es extraño porque siempre estáis sonriendo y riendo.

 

De repente, mi padre le contestó:

  • Señor, estamos así porque nunca suele aparecer por aquí y no nos gustaría que nos arruinase un día tan especial como el de hoy.

 

Green se quedó mudo durante un minuto y después se rio de lo que le dijeron y no supimos responder, hasta que se acercó a mi padre y riéndose le dijo:

  • Lo primero, señor, puede tutearme si quiere, no soy especial y tampoco importante, y el motivo por el que me rio es sencillo y tan simple como que no vengo a estropear nada, vengo a daros los regalos de Navidad y a celebrar con ustedes la Navidad.

 

Lo primero que salió de nuestra boca fue una enorme carcajada por lo que nos dijo, pero yo en cambio no me reí, porque me gusta creer que la gente puede cambiar y que en el caso de Green, pienso que ha podido cambiar su forma de actuar y de pensar, así que me acerque a él, le abracé y le dije:

  • Yo creo que lo que usted dice es cierto, así que, por favor, no se quede quieto y baile con nosotros.

 

Mi familia me miró con enfado por haberle abrazado, pero, ¿Qué tiene de malo abrazar a una persona que ha cambiado?, todos merecemos una segunda oportunidad, ¿verdad?

Ya era de noche y nos lo habíamos pasado muy bien con Green y con los demás, estábamos agotadísimos y solo pensábamos en irnos a dormir, pero me acordé de que Green vivía bastante lejos y su casa no estaba a la vuelta de la esquina, así que decidí acompañarle, pero me dijo:

  • ¡Oh, pequeña!, te lo agradezco muchísimo, pero te cansarías andando y luego volverías sola de vuelta.

 

No quería dejarle ir solo y pensé que insistirle sería lo mejor que podría hacer:

  • No se preocupe por mí, conozco un camino por el que llegaremos más rápido.

 

Logré convencerle y mientras que íbamos caminando, le pregunté:

  • Señor Green, ¿Qué es lo que le hizo reflexionar tanto como para cambiar su comportamiento?

 

Él me sonrió y me respondió:

  • Lo cierto, pequeña, es que me he dado cuenta de la importancia de las cosas, he aprendido a hacer el bien y a no hacer el mal, a amar y a no odiar y a muchísimas más cosas. Pero lo más importante es que si das amor y felicidad, los demás también te lo darán a ti.

 

Las palabras del señor Green me emocionaron y una vez más, pude demostrar que la gente cambia y se convierte en alguien mejor. ¡Supongo que esta es la magia de la Navidad!

 

 FIN

 

NAVIDADES INESPERADAS POR LUCIA GOMEZ

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